Cambiamos?

 

 

Uno de los errores más comunes que solemos cometer un gran número de seres humanos es querer cambiar las personas en nuestro entorno, querer forzar a los demás a que se comporten o actúen de acuerdo con nuestro concepto de vida “porque según nuestro criterio nosotros estamos bien y el otro mal”.

¿Quién te hizo Juez para Juzgar eso?

Puede que en ocasiones, Si, esa persona a la que sientes que debes ayudar a modificar su conducta ande en pasos incorrectos comprobados, tal vez  así, sea bueno y valido tratar de guiarlos hacia un mejor camino, puedes darle un consejo e incluso intentar ayudar, aportar de forma económica, presencial, que se yo, como se te ocurra, sin embargo, si es solo para tu beneficio, ¡detente no lo hagas! los hechos no deben ser correctos e incorrectos solo porque a tu pensar es así , cada quien debe conocer sus dimensiones, tener criterio propio de lo que esta bien y lo que está mal, conocer las leyes divinas y las terrenales.

Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

Juan 8. 1-7

 Muchas parejas, muchos padres intentan cambiar la forma o actitud de sus seres queridos solo por amor porque consideran es lo mejor, ¿pero realmente logran modificar el interior de esas personas ¡No ¡cambia tu y veras cambios en los demás, saca tu propia paja del ojo primero, para que veas con mas claridad la del ojo ajeno, En lugar de intentar cambiar a los demás, podemos enfocarnos en mejorar nosotros mismos y ser un ejemplo positivo para aquellos que nos rodean.

Es bien usado el dicho “nadie cambia a nadie”, solo aquel que decide hacerlo en su corazón y por su propia decisión cambia por otro ser humano, sin embargo, existe una fuerza poderosa que no pide permiso, uno que puede mover esos hilos si se le pide con amor y compasión, Solo Dios y nadie mas puede cambiar el corazón si mediante tus oraciones pide su misericordia y actúa de acuerdo a sus mandatos.

 La fe y la oración pueden ser herramientas poderosas para encontrar paz y aceptación en estas situaciones.

26 y os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitare de vuestra carne el corazón de piedra y os daré corazón de carne. 27 y pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis estatutos y que guardéis mis juicios y los pongáis por obra.

Ezequiel 36:26-27

Evalúate

1- Tengo algo que cambiar?

2- Estoy dispuesta hacerlo?




Comentarios

  1. ¿ Y tu que piensas? me gustaría saber tu opinión al respecto

    ResponderEliminar
  2. Definitivamente tendemos a jugar a los demás midiéndolos de acuerdo a lo que consideramos bueno o malo según nuestras convicciones, pero la pregunta seria: Quien decide lo que es bueno o malo ?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sin embargo no soy quien para Juzgar a nadie por sus acciones eso se lo dejo a mi Padre Dios :)

      Eliminar
  3. Todo depende del criterio que tu mismo tenga de lo que es una cosa y otra, por ejemplo para mi es malo mentir, engañar, hacer falso testimonio eso en relacion a la personal y ley divina, probablemente para otros no lo sea. En el caso de lo terrenal robar no es correcto, así lo establecen los mandamientos y la constitución y así lo considero , pero para Robin Hood es bueno, por esa razón aclaro que todo es en base un su pensamiento personal, formación y creencias.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Hablemos!

Entradas populares de este blog

LA CULPA

UN MUNDO DE CABEZA

LA FELICIDAD DE SERVIR